Reciclar un espejo roto puede ser mucho más fácil de lo que parece. En este post voy a enseñaros varias maneras…

DIY – Reciclar un espejo roto

No soy supersticiosa. Y por eso, cuando mi novio rompió el espejo que había colocado en la entrada no me dio un ataque. Me enfadé un poco, pero todavía seguimos juntos.

La cosa es que se pone el abrigo como los niños pequeños, y entonces en una de esas, tiró el espejo al suelo.

Hace un tiempo, en una ronda de preguntas de Instagram, María de Dr. Livinghome me preguntó a ver si había alguna tendencia que me hubiera cansado. Y le contesté que una eran estos espejos.

Así que chica, tampoco fue para tanto el accidente… porque además, me dio una idea: convertir el espejo roto en una pizarra para la oficina.

Y además, tenía ganas de poner más cosas en este trozo de pared desde que la pinté (ven a ver este post para cotillear cómo fue este asunto)

Formas de reciclar un espejo roto

Hay bastantes maneras de reciclar un espejo roto, os voy a dejar aquí la mía, y unas cuantas más que he encontrado en Pinterest.

Convierte el espejo roto en una pizarra

Esta es mi manera de reciclar el espejo, y yo creo que la más fácil. Se trata de pintar con pintura de pizarra encima del espejo, y aprovechar el marco.

Compra un rotulador de tiza líquida (estos son los que he comprado yo) y si tienes mala letra, utiliza una plantilla para que la frase (o dibujo) te quede mono. Te dejo el link para descargar la mía aquí.

Ven a ver el video para entender mejor cómo he transformado este espejo roto en una pizarra…

Reciclar un espejo roto rompiéndolo más

Estas son varias maneras que he encontrado en Pinterest. Esta primera la he visto en mil sitios pero no consigo averiguar de quién es.

Este por ejemplo de Stone Gable es genial. Se trata de aprovechar bolas rotas de Navidad para decorar unas nuevas.

Crea formas con los trocitos de espejo

Otra posibilidad es crear formas pegando los diferentes trozos que se hayan roto en una cartulina o lienzo, como esta de Salvage Design.

O esta otra obra de Mathias Kiss.

Espero que te haya gustado, ¡hasta pronto!